La parte más antigua del monasterio es su iglesia románica. Se acabó de construir en el año 1208 y en ella destacan, al exterior, sus tres ábsides y, a pesar de su deterioro, la espléndida portada que nos ocupa. Dispone de 11 arquivoltas de medio punto en progresivo abocinamiento, decoradas con diferentes elementos geométricos entre los que destaca el ajedrezado jaqués. El tímpano posee un crismón trinitario (antiguo monograma de Cristo con las letras griegas X, P y S -«ji», «rho» y «sigma»-, acompañadas de las letras alfa y omega, que representan el principio y fin de todas las cosas), con un “agnus dei” en su centro.

La Asociación “Ana Abarca de Bolea”, que recibe el nombre de la religiosa cisterciense y escritora  fallecida en este monasterio en 1686 -todo un referente de la literatura en lengua aragonesa-, pretende restaurar este pórtico románico con motivo de la celebración en 2023 del 850 aniversario de la fundación del monasterio. Entre las aportaciones económicas y el mecenazgo para este fin, se encuentra la Fundación Aragonum. Las obras de restauración y recuperación de la portada se hallan a la espera del permiso de la Dirección General de Patrimonio.